Alguien me puede decir
porque preguntamos a los
demás cosas
que ni siquiera nosotros
nos querríamos
responder.
Cuando saben dónde estás
y aún así no son capaces
de encontrarte,
es porque en realidad
no han empezado a
buscarte.
Duele.
Y duele porque
yo daría la vuelta al
mundo
solo para comprobar si
estás debajo.
Y es que, a veces,
cuando decides marcharte
esperas que te esposen a
la silla
y te digan que no vas a
ninguna parte.
Cuando se es
verdaderamente valiente
es con un hoy si y
mañana no lo sé
y seguir quedándote
como si supieras que es
para siempre.
Duele.
Y duele porque con ella
es un hoy no y mañana
es posible que no sonría
al verte.
Y es que, a veces,
lo importante no es que
pasé,
si no tener el valor de
arriesgarte.
Cuando estás aplaudiendo
el truco
y hay por detrás una voz
que te dice que en
realidad
el conejo no desaparece.
Duele.
Y duele porque si me
explicas
tu truco dejarás de ser
magia
para ser una estafa.
Y es que, a veces,
la magia no está en el
hecho,
si no en tu derecho
a soñarlo como quieras.
Y no se porque,
y tampoco quiero
saberlo,
pero, coño, dueles.
@RubenCalvo8